03 marzo 2016

Plantas medicinales de los Andes y la Amazonia

A través del blog Peregrina nos llega un estudio titulado Plantas medicinales de los Andes y la Amazonia de BUSSMANN, de Rainer W. y Douglas SHARON, 2015. El siguiente es un resumen del contenido y el ámbito de la publicación, disponible en el enlace de ResearchGate, aquí.


“Nuestro trabajo hasta la fecha, además de desarrollar una base de datos de 510 plantas medicinales y 974 remedios de mezclas, ha demostrado que el comercio de hierbas en el Perú es un recurso económico de la mayor importancia que se aplica extensivamente junto con el uso de productos farmacéuticos modernos, pero que hoy se ve amenazado por el declive del conocimiento tradicional. La investigación en laboratorios de una extensa base de datos ha incluido pruebas de concentración inhibitoria mínima, análisis de toxicidad, ensayos de actividad antibacteriana y análisis fitoquímicos, con estudios enfocados en tratamientos herbales para el acné, la malaria y las enfermedades renales e infecciones urinarias. 

Otros estudios abordan el tema de la identificación de una planta ceremonial de la cultura prehispánica Moche, llamada ulluchu, y se incluye una reseña de las fuentes coloniales sobre las plantas medicinales del Perú septentrional y el Ecuador meridional. La etnografía de los hierbateros campesinos y otros aspectos del circuito comercial evidenció que los proveedores de plantas (herboristas) no son adecuadamente remunerados por su labor, y que la oferta se ve amenazada por la sobreexplotación y la ausencia de medidas de conservación. 

Carrillo (2012) ha criticado la metodología reduccionista de la ciencia moderna para realizar una valoración apropiada de los remedios tradicionales. Smallwood (2010) ha escrito una etnografía sobre las relaciones entre las empresas fitofarmacéuticas y la Comisión Nacional Contra la Biopiratería. Los análisis antropológicos de los curanderos tradicionales y sus mesas de curanderismo incluyen trabajos de Sharon (2009), Sharon y Gálvez (2009), Sharon, Glass-Coffin y Bussmann (2009) y Glass-Coffin, Sharon y Uceda (2004).

Cabe anotar que, durante la década que hemos estado trabajando en el campo y el laboratorio, ha ocurrido un cambio llamativo en las actitudes y percepciones ante la Medicina Tradicional (Sánchez Garrafas, eds. 2009; Vergara y Vásquez, eds. 2009). En Trujillo, un programa piloto para prescribir plantas medicinales científicamente evaluadas ha sido iniciado por el Programa Nacional de Medicina Complementaria (PRONAMEN) de EsSalud. Asimismo, el programa “Semillas Sagradas” del Jardín Botánico de Missouri ha coordinado un jardín de plantas medicinales en el museo de sitio del centro urbano prehispánico de Chan Chan. Y un equipo de biólogos de la Universidad Nacional de Trujillo ha compilado un volumen de 774 plantas medicinales que abarca su taxonomía, ecogeografía, fenología y etnobotánica (Mostacero, Castillo, Mejía, Gamarra, Charcape y Ramírez 2011). 

En Huamachuco (La Libertad), un programa de etnobotánica y conservación en forma de jardines y semilleros comunitarios de plantas medicinales está luchando por reiniciar sus actividades mediante un acuerdo de colaboración entre una comunidad campesina, la Beneficencia Pública, el hospital regional, EsSalud, el programa “Semillas Sagradas” del Jardín Botánico de Missouri (MOBOT), MHIRT y el Cuerpo de Paz. Esperamos que el trabajo incluya en un futuro el desarrollo de una cadena de oferta entre la comunidad de Huamachuco y el Centro de Atención de Medicina Complementaria (CAMEC)-EsSalud de Trujillo respaldado por las diversas instituciones científicas y sanitarias implicadas”.


El último indígena, Karamakate, en el film colombiano El abrazo de la serpiente (2015)



2. Otra publicación disponible en la Red es Etnobotánica y fitoterapia en América, 2015 (descargable en ResearchGate), que recoge trabajos sobre aspectos de la medicina tradicional de la Amazonia y estudios sobre un programa de rehabilitación de toxicomanías mediante el uso de ayahuasca como terapia vegetalista en el Perú. Su coordinador editorial es Miroslav Horák, antropólogo del Departamento de Idiomas y Estudios Culturales de la Universidad de Mendel en Brno (República Checa).

El prólogo corre a cargo del doctor Jacques Mabit, médico y fundador de Takiwasi, un centro de rehabilitación de toxicómanos y de investigación en medicinas tradicionales en Tarapoto (Perú). En el prólogo de la publicación, Mabit señala que los recursos de la etnobotánica y la fitoterapia son fundamentales por su aportación al desarrollo sostenible y por dar respuestas a problemas sociales o medioambientales, y añade: “cuando la ecología salga de la horizontalidad del medio ambiente de la creación manifestada para incluir la verticalidad del mundo no visible habitado por los no humanos, sin temor a los aportes de la teología natural o teología de la naturaleza, tal vez en ese entonces, los saberes ancestrales puedan ser mejor aprovechados, restituyendo en el hombre posmoderno la parte de espiritualidad que ha perdido y que las plantas sagradas revelan”. 

En una Conferencia en Barcelona, el doctor Mabit hizo algunas precisiones sobre la ayahuasca como terapias de desintoxicación:


  • El ayahuasca como brebaje combina dos plantas: la banisteropsis caapi (ayahuasca) y la psychotria caapi (chacruna). 
  • El brebaje no produce alucinaciones sino visiones, que son perfectamente interpretables a nivel metafórico, como hacemos con los sueños en el método psicoanalítico. 
  • La glándula pineal produce DMT (dimetiltriptamina). El ayahuasca facilita la activación de un mecanismo fisiológico no aprendido (técnica de hiperestimulación sensorial). 
  • Existen similitudes entre la estructura molecular de los neurotransmisores del cerebro humano y las sustancias psicoactivas. 
  • Cuando hay una visión no hay adicción, hay una forma de conciencia. 
  • Mabit distingue entre la ley social y la ley de la vida (el "orden implicado" de los físicos). 
  • El ritual en las terapias vegetales es un sistema de contención-integración que actúa como un interfaz entre el mundo visible y el mundo invisible. 
  • La serpiente del ayahuasca es la fuerza medicatrix (con las visiones se alcanzan zonas arquetípicas) 
Como condiciones de uso de esta terapia, el científico afirma que debe conocerse la intencionalidad del paciente en la cual tiene que haber una consigna de coherencia; asimismo, debe conocerse la intencionalidad del terapeuta a fin de asegurar que la terapia se realiza en un ambiente de sinceridad, entrega y respeto.


Puede ver la Conferencia del doctor Mabit aquí:



Según el profesor Horák, la investigación sobre el significado cultural de las plantas no es muy habitual, y por esta razón, la publicación de estos trabajos busca contribuir a la investigación relacionada con los aspectos sociales y culturales en el uso de las plantas y en la medicina natural.

El estudio también incluye un ensayo sobre la etnobotánica en México y Centroamérica, y estudios sobre el uso de plantas medicinales y la etnoecología en las comunidades indígenas de los departamentos del Vaupés y Nariño (Colombia).  

01 marzo 2016

Amazonia




Eduardo Tokeshi, de su serie #Petropuaj


En el mes de febrero se han producido varias noticias de derrames de petróleo en la amazonia peruana. Las protestas no han tardado en hacerse presentes en la calle, frente a las oficinas de la empresa estatal Petroperú. En Lima, empieza a haber conciencia de lo que se juega el país si esa inmensa región se ve afectada por los azotes del “extractivismo” como consecuencia del modelo económico primario-exportador en el cual basa todas sus actividades: nos jugamos la pérdida de su riqueza hidrológica y su biodiversidad, así como el bienestar y la autonomía de sus pueblos largamente olvidados. Cuando hoy ya es una realidad la conexión a través de la carretera interoceánica que une Brasil, la potencia económica del Atlántico, con la cuenca del Pacífico y la lejana China, deberíamos quizá detenernos a pensar en las repercusiones que esta vía tendrá para la preservación de la Amazonia.  Quizá por esta razón, artistas como Eduardo Tokeshi han dedicado trabajos urgentes en los que dan visibilidad a unas amenazas que los sucesivos Gobiernos de la región no han abordado seriamente en las últimas cuatro décadas.


Plantón ante Petroperú, Lima - 23/02/2015, La Mula


El Perú celebra en abril sus elecciones presidenciales, y a pesar de las catástrofes producidas por la explotación del petróleo, el tema ambiental no ocupa un lugar destacado en las cuestiones que debaten los 14 candidatos a la jefatura del Estado. En la nueva revista digital Gran Angular, Nylva Hiruelas presenta un extenso reportaje sobre los puntos negros de los candidatos presidenciales en sus propuestas y en la trayectoria de sus agrupaciones en el Congreso frente a las cuestiones socioambientales. Las llamadas “políticas sociales” hicieron su aparición en la agenda poolítica peruana desde que en 2011 el presidente Ollanta Humala definiese su programa de “gobierno inclusivo” como una prioridad de Estado, algo que sus ministros de economía y finanzas han aplicado fielmente, pero desde la perspectiva del crecimiento con garantías para la inversión, es decir, incluyendo siempre, y preferencialmente, al gran capital de los monopolios generalizados.


Eduardo Tokeshi, de la serie #Petropuaj

Hacia el final de su mandato, Humala será recordado por los llamados “paquetazos ambientales”, una serie de decretos legislativos de promoción de la economía extractiva, que han sido los responsables del relajamiento en los criterios de certificación ambiental en favor de las grandes inversiones en infraestructura en el sector minero. Y esto a pesar de su decidido protagonismo para alcanzar un acuerdo internacional de reducción de emisiones en el marco del Convenio sobre el cambio climático de la ONU. No obstante, su Gobierno deja un continuo y letal goteo en forma de vertidos de petróleo en instalaciones inadecuadamente mantenidas, y de externalidades imprevistas, en forma de conflictos sociales con comunidades de productores agrícolas que reclaman una mayor transparencia en la gestión de los recursos hídricos en zonas donde conviven con la actividad minera.

También debemos pronunciar un “hurra por Hollywood”, que este año se ha volcado en los tributos a la tierra y a los pueblos indígenas. Es de esperar que su impacto mediático contribuya a la concienciación sobre las catástrofes ambientales en la Amazonia, como lo ha hecho con su discurso en las redes Leonardo Di Caprio, ganador del Oscar al mejor actor. ¿Recibirán las oenegés ambientalistas un mayor respaldo público por su trabajo? En cualquier caso, los Gobiernos de países y las corporaciones que incumplen las políticas de preservación ambiental ya no podrán darles con la puerta en las narices bajo acusaciones de injerencia sobre la soberanía nacional o del incumplimiento de contratos blindados. 
Pero quizá lo más interesante sea la selección de Embrace of the Serpent, del realizador colombiano Ciro Guerra, entre las mejores películas en lengua extranjera, íntegramente filmada en la selva y con el último superviviente de un pueblo amazónico como uno de sus protagonistas. Vean aquí el avance del film:  




Amazonia en la literatura

La revista Paralelo Sur, editada por Jordi Gol en Barcelona, publicó en noviembre de 2015 un número especial con un dossier dedicado a la literatura de la amazonia peruana. La coordinación de esta muy completa muestra de poesía, narrativa y estudios sobre las culturas amazónicas ha corrido a cargo de Luis Miguel Hermoza, quien celebró en París a principios de febrero un acto de presentación de la revista, en la que también contribuye con el ensayo “Gestaciones tropicales en el Perú: sobre orígenes de la cumbia peruana y su sonido amazónico”.


Portada de Paralelo Sur, por Gino Ceccarelli
De la hispanista Catherine Heymann se publica el artículo “Nacimiento y desarrollo de una literatura en la Amazonia peruana”, que sitúa el surgimiento literario y social de la vasta región amazónica en el contexto del auge de la explotación del caucho del siglo XIX, basándose en los escritos  de viajeros como el naturalista italiano Antonio Raimondi, el “Canto al Amazonas” del poeta Juan Fabriciano Hernández (1868-1944) y otros textos de geógrafos e historiadores que allí nacieron o que tuvieron su trayectoria literaria en periódicos como El Oriente y en diversos círculos intelectuales de la región amazónica.


También destacan La leyenda del caucho, un largo poema narrativo inconcluso del autor limeño Carlos Amézaga (1862-1906) “por lo que refleja de una etapa de construcción del imaginario nacional y la esperanza de un nuevo El Dorado económico” ; el “Canto a Samarén” (1918), del abogado y periodista costeño Rómulo Paredes, en el que denuncia la opresión sufrida por los indígenas y exalta la resistencia del jefe de los Huambisa frente a la opresión de los caucheros, y las Leyendas y tradiciones de Loreto (1918) de Jenaro Herrera, considerado por Heymann como el primer historiador de la región.

La novela como forma narrativa foránea da lugar a Sangama (1942), de Arturo D. Hernández (1903-1970), cuya obra busca “dar a conocer y reconocer la selva internacionalmente”. A partir de la década de 1950 se inaugura la temática social introducida por narradores amazónicos como Francisco Izquierdo Ríos (1910-1981), o en la novela Paiche, del pintor César Calvo de Araújo (1905-1970), considerado como “una de las figuras más vitales de la vida artística de la Amazonia peruana en el siglo XX”.

La flor de bubinzana. Foto: Miroslav Horák
La inquietud social de los autores y artistas nacidos en la década de 1930 dio lugar a la creación, en los años 60, del grupo loretano Bubinzana  (la palabra designa un arbusto del que se saca una sustancia alucinógena y el canto que acompaña su ingesta). Asimismo, Víctor R. Hidalgo Morey organiza en 1957 la primera Jornada del Libro de Loreto, donde se dan a conocer los autores de la nueva generación: Germán Lequerica, Javier Dávila Durand, Róger Rumrrill (fundador de Bubinzana), Teddy Bendayán, Jaime Vásquez Izquierdo y Manuel Túnjar. La selección de textos del dossier de Paralelo Sur incluye varios relatos y poesías de estos autores, y se completa con una serie de obras pictóricas del artista Gino Ceccarelli Bardales.